Una
silla de madera es testigo fiel del sufrimiento de Lucho Minaya quien postrado
en cama e imposibilitado de caminar clama por ayuda.
Diagnosticado
con paramidalismo, una enfermedad que afecta los nervios de las enfermedades
inferiores, la vieja gloria del futbol local afronta un duro momento.
La situación
económica hace que el tratamiento que debe afrontar se ve limitado al igual que
la atención en el seguro social.
En
su humilde vivienda en la calle Sucre pide por la atención de las autoridades
por una silla de ruedas para poder movilizarse y asistir a sus citas médicas.
Su
hermano Javier Minaya es el único soporte que ha encontrado para superar este
momento y que entre lágrimas pide el apoyo para el popular "Chueco
Minaya".
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