Anciana es mil oficios para mantener
a sus siete nietos huérfanos de padre y madre
Sumidos en la más absoluta
pobreza Maximina Rosales (68) y sus siete nietos viven a diario una situación
bastante complicada debido a las múltiples necesidades por las que tienen que atravesar.
La anciana se ha convertido
en el único sostén del hogar realizando múltiples actividades para llevar un
pan a su hogar.
Tras el abandono del padre y
la muerte de la madre hace dos años, la sextoagenaria ha asumido con amor hidalguía
el cuidado de sus nietos en su precaria vivienda en el sector de Mariátegui en
el distrito de Huaura.
“Ellos lo son todo para mí,
y por eso trabajo a sol y sombre para que no les falte un pan en la mesa” dijo,
El rostro de los niños se encendió
durante esta navidad cuando personas de buen corazón les llevaron algunos presentes
que fueron recibidos por los integrantes de esta numerosa familia.
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