Con tan solo un año y ocho meses, el
pequeño Ángel ya vive una tragedia al perder sus manos y pies por ingerir
excremento de gato mientras gateaba por su precaria vivienda.
Este hecho le ocasionó daños severos como fiebre, convulsiones e incluso una operación.
Tras ser derivado al Hospital del Niño, en Lima; se le
hicieron diversos análisis en donde los médicos detectaron que la bacteria que
se encontraba en el excremento del animal estaba alojada en su cuerpo,
provocando una necropsis en sus manos y pies, por lo que se optó por amputarle
sus extremidades para salvarle la vida.
Teresa Rosales, MENOR tía del menor, manifestó que la familia es de escasos recursos económicos. Agregó que el menor necesita ayuda económica para ser trasladado a Lima mensualmente para continuar con sus controles médicos y rehabilitación.
Cualquier ayuda para el pequeño Ángel pueden hacerla llegar al Pasaje Cruz de Cano, o comunicarse al teléfono 956581811.
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