jueves, 4 de junio de 2015

GUERRA DE PANDILLAS SIEMBRA EL TERROR EN HUARAL


Los tres últimos asesinatos registrados durante el fin de semana se suman a la lista negra de la inseguridad ciudadana que vive el norte chico y ante la pasividad de las autoridades por aplicar políticas de seguridad para frenar la delincuencia.

Dieciséis muertos a la fecha se han registrado en la provincia de Barranca, siendo esta la de mayor índice delictivo y donde sus autoridades la han declarado en alerta roja  y en emergencia.

Los crímenes en dicha provincia responden a una ola de ajustes de cuentas, y venganza por el control y poder de las obras de construcción, minería informal, guerra de bandas delictivas y cobros de las extorsiones a empresarios de dicha localidad.

Estiben       -20- fue la victima dieciséis, a quien sin piedad le descerrajaron 9 balazos en la cabeza por un aparente venganza, la víctima fue acusado de robar un moderno yaris y eso fue el último viaje para su vida.

Una rivalidad de bandas de construcción civil por querer tomar el control en la obra de Mega Plaza – Huaral, ha originado una secuela de asesinatos selectivos, eliminado a sus rivales de construcción.

El asesinato de Willy Mendoza, obedece a órdenes del gremio de construcción de Quepepampa, con quienes disputaba los cupos de trabajo en el inicio de la obra del centro comercial.

La policía al mando del Cmdte. José Solano puso al descubierto el móvil de los hechos al capturar al sicario apodado “caballo” quien confesó quienes los habían contratado para asesinar al líder del otro gremio de construcción.


“La guerra está declarada en las obras. Los gremios se han jurado a muerte por los cupos de trabajos que se vienen durante estos meses ya sea en la construcción del mega plaza, obras de pistas veredas que ejecutará la comuna local” explicó el oficial.

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