Esta hermosa infraestructura se
alza orgullosa entre todas en Huacho, resulta imposible pasar por la Calle
Colón y no contemplar su imponente estilo electico francés con toques
venecianos, que la convierte en una joya arquitectónica de gran valor.
A casi un siglo de su
construcción, el gran reto de la ciudad es darle la prestancia de antaño que su
dueño, un descendiente de italianos, Arturo Pittaluga Azaldegui, concibió para
ella en el año de 1926.
Sus pisos recubiertos con madera
manchimbrada encajan perfectamente con la escalera de estuco imperial que une
todos los niveles de casa, cuyas gárgolas, balcones semicirculares y columnas
de estilo corintio, cercada por una verja de madera con pilastras de concreto y
dos puertas con la misma forma de la verja, nos trasladan mágicamente a la época del renacimiento
despertando la imaginación de sus visitantes.
Con 25 habitaciones y tres patios
la casa fue construida por un valor de 6 mil 859 libras peruanas que la
convirtieron en una de las construcciones más caras de la época, cuyo
propietario fue uno de los pioneros en dotar del servicio eléctrico a Huacho.
Con la llegada de la dictadura
militar en la década del 60 esta sería expropiada, posteriormente pasando a
manos de Electrolima y Edelnor, lo que no evitó que sea declarada Monumento Histórico-Artístico
por el entonces Instituto Nacional de Cultura en 1995.
Su importancia radica más allá de
temas estéticos; en el agregado cultural que podría otorgársele mediante una
planificación adecuada de parte de las autoridades que permitan su conservación,
restauración, y su uso por parte los ciudadanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario