En una selva
enmarañada de culebras se ha convertido la calle Sucre ante la gran cantidad de
cables que se desprenden y rozan la pista.
Un hecho que representa un peligro no sólo por el tránsito de vehículos sino también por la presencia de escolares y ancianos que recorren esta arteria.
"La verdad que esto es un peligro, queremos que la Municipalidad tome en cuenta esto y evitar una tragedia" dijo una mamita.
A escasos metros de donde los cables tocaban la pista se ubica un colegio de menores.
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