El pescado, la anchoveta, menestras y una vida sana son los secretos de
la longevidad de Doña Leandra Chumbes Palma que a sus 102 años luce con total
lucidez, ánimos y muchas fuerzas para seguir viviendo muchos años más.
Desde su vivienda en el populoso sector de Barrio Amay, nos recibió Doña
Leandra y revela cual es el secreto para mantenerse vigorosa y da algunos
consejos a la juventud y niñez de hoy en día.
“Para tener la vida que llevo, hay que comer sano, nada de vicios, ni
beber, ni tomar, ni bailes, una vida sana conlleva a que tengamos más fuerzas y
estar lucidas” cuenta
la huachana más longeva en el norte chico.
Leonarda trabajó desde los 12 años en el campo apoyando a su abuelos,
tías, supo ganarse el pan de cada día, es ahí donde emerge esa fuerza que hoy
demuestra tener y como dice “espera seguir cumpliendo más años”
“Desde muchacha me he alimentado lo que cosechábamos en la chacra.
Comida sana, nutritiva de mucha proteínas y cada vez que bajamos al pueblo
comíamos pescado” explica.
Asimismo, señala que su edad es por herencia, pues su abuelo (por
parte madre) llegó hasta los 103 años y el abuelo de su abuelo (padre) superó
los 104 años, y cual espera superar esos almanaques.
“Quien iba a pensar que iba durar tanto, solo Dios me ha hecho llegar a
esta edad” indicó.
LA SECUESTRARON
Recuerda con nostalgia su etapa de juventud que le marcó y más aún
cuando fue “secuestrada” por el único amor de su vida Don Sabino Mandamiento
quien la conquisto en el campo y fue durante muchos años con quien compartió su
vida.
“Fue mi tía quien me entregó y - él - me secuestro, yo no sabía
que era el amor, ni besos ni nada. Luego al tiempo concebí a mi primer hijo y
nos casamos” reflejando en su rostro aquel bello momentos de su juventud.,
épocas que no se borran de su cabeza pues las recuerda como si fuesen ayer.
Manifiesta que durante el tiempo que permanecieron juntos, en su
relación nunca hubo peleas, celos, malas caras, sino todo lo contrario había
mucho amor.
“Él llegaba de trabajar, nos besábamos, acariciamos, luego cenábamos.
Éramos una pareja que nos comprendíamos mucho, había entendimiento, por eso se
conservó mi relación, lo que no hay en otras parejas” dijo.
Ella
quedó viuda hace más de 30 años. Sin embargo, su descendencia se extiende a 5
hijos, 5 nietos, 7 bisnietos y un tataranieto.
La tierna abuelita es una persona muy especial y adorada en el populoso
sector de Amay, sus vecinas, amigos del barrio, siempre llegan a su casa
para verla y saber su estado de salud, la acompañan, la acarician, están
siempre a su lado.
“Los chicos, chicas, me llaman abuelita, me acarician, me cuidan, están
pendiente de mí. En las tardes me asomo a mi puerta y las vecinas siempre están
pendiente de mi salud y conversamos” relata desde su morada.
Finalmente, Leonarda Chumbes nos dejó un mensaje que debemos tener en
cuenta para mantener una vida saludable, ordenada sin complejidades en esta
vida que sola la tenemos prestadita.
“No tengas vicios, porque trae malas consecuencias, pórtense bien,
obedezcan a sus padres, respeten a sus mayores, son valores que ayudan a
desarrollarnos y mejorar nuestras vidas” soslayó, la abuelita quien tiene una
vida llena de emoción, sentimientos con sus vecinos, familia quienes le desean
muchos años de felicidad.