Sostienen que la directiva
del colegio parroquial implantó una cuota de 30 soles por niño por concepto de
refrigerios los cuales no se ven reflejados en la entrega de los mismos.
“Sólo les están dando agua
de muña y cancha” aseguró una de las iracundas madres.
Los directivos del plantel
aseguraron que dichos cobros incluían pagos por concepto de luz, agua, guardianía
y pago de personal.
“Estamos entregando los
alimentos acorde al balance dado por la nutricionista y estamos abiertos al
dialogo” dijo, Lourdes Santos, responsable del área pedagógica de la Diócesis
de Huacho.
Ante los reclamos los
directivos decidieron suspender dichos y pagos sometiendo a evaluación el
pedido de anulación del convenio con la Diócesis pues sostienen que no hay
apoyo por parte de la iglesia.
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