Dicen que los hombres también lloran y es
verdad, así los demuestra José Gómez Pacora, padre de José Armando Gómez
Andrés, el adolescente de 15 años que fue asesinado en agosto del 2013 en el
distrito de Santa María en la provincia de Huaura y cuya muerte hasta ahora no es
esclarecida.
Las lágrimas cayeron por sus
mejillas mientras sus vecinos de la segunda etapa de San Bartolomé lo alentaban
y apoyaban en su asistido derecho de pedir justicia en las puertas de la sede
judicial de la Corte de Huaura ubicada en la calle Ausejo Salas, en donde
funciona la Fiscalía de Familia y en donde este martes se realizó una audiencia
sobre el caso en donde se recibió las declaraciones de los dos menores
involucrados en la muerte de José Armando.
Era inevitable no quebrarse,
pues se vio cara a cara con los menores que según las investigaciones
realizadas por criminalística de la Policía de Lima, habrían participado en el
cruel asesinato del escolar con quien compartían el salón de clases en el
colegio particular “Los Ángeles”.
“Es duro para mi, verlos cómo
niegan todo, dicen que desconocen todo, pero no saben explicar cómo uno de
ellos, utilizó el teléfono de mi hijo la noche en que estuvo con sus verdugos.
No puedo entender por qué se ensañaron con él, por qué lo asesinaron con tal
ferocidad, qué les hizo para que me lo quiten si él no estaba en malos pasos.
Quiero justicia, es lo único que pido, justicia para que el alma de mi hijo
pueda descansar en paz”, precisó José Pacora.
El sufrido padre, dijo
sentirse indignado por la demora de las acciones judiciales. Comentó que antes
de acudir a la audiencia de este martes, recorrió una vez más el lugar en donde
su hijo de 15 años fue llevado por sus asesinos y en donde murió desangrado por
el corte en la yugular que le hicieron y las otras diez puñaladas que recibió
en diferentes partes del cuerpo.
MÁS IMPLICADOS
Los hermanos Irvin Ariel Gamarra Romero y Omar Gamarra Crisol, son los principales sospechosos del homicidio de José Armando, pero la investigación policial involucró a dos menores conocidos como Wilson y Lerner, éste último habría utilizado el teléfono de la víctima las horas en que éste era asesinado, en tanto que el otro habría sido quien lo llamó con el pretexto de hacer la tarea, motivo que hizo que la víctima saliera de casa a la cual nunca más regresó con vida.
La fiscal de familia, Isabel
Mayorga, no quiso ahondar en detalles pero dijo que en dos semanas podría
tenerse un fallo judicial sobre las sanciones que podrían imponerse a los dos
menores involucrados en este homicidio si es que se valida la infracción a la
Ley Penal.
APOYO INCONDICIONAL
Los vecinos del asesinado escolar, marcharon hasta la sede judicial para exigir justicia y celeridad en el proceso, pero además criticaron duramente al abogado Mendoza por asumir la defensa no solo de los hermanos Gamarra, sino que ahora también representa a los menores implicados en este hecho criminal. (M. Tello)
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