(La Red) Gayle
Newland, una mujer de 25 años de Willaston, Inglaterra, es la protagonista de
una insólita historia. Durante dos años se hizo pasar por hombre y sedujo a su
mejor amiga. Incluso ocupó prótesis de pene para tener relaciones sexuales
durante sus citas.
La
joven, se hizo pasar por el novio de una amiga suya. Así, Newland se convirtió
en Kye Fortune, un hombre de origen “latino-filipino” que conoció a la víctima
de este engaño mandándole una solicitud de amistad en Facebook. Durante 2011
hasta 2013 mantuvieron una fluida relación a través de Internet.
La
mujer fingió que su “álter ego” masculino padecía un tumor cerebral cuyo
tratamiento le había producido unas desagradables cicatrices en el rostro,
motivo por el cual no quería conocer físicamente a la mujer con la que llevaba
casi dos años manteniendo un relación telefónica.
“Él
me dijo lo mucho que le había ayudado a conseguir a través de su enfermedad.
Era un signo, debemos casarnos, tener hijos, íbamos a hacer todo tipo de
cosas”, dijo la denunciante a la policía.
En
ese mismo tiempo, conoció a Newland. Ambas mujeres se convirtieron en amigas
cercanas. La “enamorada” le contó sobre Fortune y le dijo: decidimos reunirnos
en persona en un hotel de Chester.
La víctima declaró que Fortune le pidió que se pusiera una venda, una máscara para dormir y una bufanda. Fortune, supuestamente, había salido de un hospital privado de Manchester para acudir al encuentro. “Él llegó antes”. La esperó en el baño. Le dijo que “le preocupaba el aspecto que tenía” y que “no podía caminar bien”.
Luego
de sus extrañas peticiones, ambos tuvieron relaciones sexuales hasta que
Fortune dijo que tenía que volver al hospital. Los encuentros se repitieron
varias veces entre febrero y junio del 2013. Pero la verdad se descubrió en el
último acto.
"Cuando estábamos teniendo sexo me agarró por detrás de la cabeza y
mi mano quedó atrapada en algo. No se sentía bien", dijo la víctima.
"Me senté en la cama. Algo en mi mente dijo "tira de la venda,
sácatela". Yo lo hice. Gayle estaba allí de pie... Yo no lo podía creer.
Inmediatamente, se tapó la cara con la mano y dijo "no es lo que
piensas".
La amiga engañada finalmente acudió a la policía a denunciar a Newland,
que ahora se enfrenta a cinco cargos por acoso sexual en los juzgados de
Chester.
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