Por: Fernando ‘Vocha’ Dávila.
Creo que el inventor de la
frase ‘Todo tiempo pasado fue mejor’, se refería al futuro de ‘Melcochita’.
Este presente algún día será recuerdo, pero él siempre estará metido en las
nuevas generaciones. Pablo Villanueva es algo más que un cómico, pertenece a
las maravillas de nuestro país, a la bandera de todo aquello que mostramos
orgullosos. A los 78 años, cuando se mira la vida para atrás, él sigue al
frente, creyendo que la muerte es una ‘señora’ que no tiene ninguna razón para
buscarlo.
‘Melcochita’, ¿un cementerio
te asusta?
No. A mí la muerte no me va a
llevar, yo voy a elegir cuándo me muero.
¿Y cómo darte cuenta que te llegó la hora de
partir?
Cuando mis células se sientan
cansadas y diga: ‘Señor, ya me cansé de vivir’ y allí confirmaré algo.
¿Qué?
Me pondrán un pantalón sin
bolsillos, porque los muertos no se llevan nada.
¿Y si viene disfrazada en una enfermedad?
He visto a la muerte dos
veces. Una en Lunahuaná, grabando un programa. Me hundí en el río y me dio
sueño. Sentí cómo desde mi pierna se iba adormeciendo mi cuerpo y subía, hasta
que Sara Manrique gritó y de la impresión abrí la boca, me entró agua y
reaccioné.
¿La segunda?
Venía de madrugada a toda
velocidad por el malecón de la avenida Del Ejército y mi auto dio tres vueltas
de campana a cámara lenta y, nuevamente, se adormecía mi cuerpo.
Cuando paró
todo, me bajé, tomé un taxi y me fui a casa.
Al día siguiente, recién me
dolía hasta el alma.
Muchos de base 7 ya no pueden
ni caminar.
Hago ejercicios en la mañana,
como mucho pescado, chilcano. Nunca fui borracho ni drogadicto ni abusé del
sexo.
Pero Polo Campos sí y está
enterito.
Ya tiene lagunas y la edad lo
hace decir que tuvo miles de mujeres.
¿No crees?
Es falso. Además, quien abusa
de eso termina gustándole. Es que se preguntan: si tanto le encanta a la mujer,
debe ser rico, ¿cómo será?
Donde pones el ojo, pones la
bala. Has sido nuevamente padre.
Soy tranquilo con mi mujer,
tampoco diré que todos los días. Una vez a la semana y muy solidario.
¿Cómo es eso?
Pensando en que ella también
llegue al clímax. No es posible que quede satisfecho y ella no.
Hartas chibolas deben
buscarte.
Lo tengo claro que es porque
soy ‘Melcochita’. Hasta ahora no ha llegado ninguna tan guapa como mi señora.
Viendo el futuro, creo que si
quieres, ya puedes dejar de trabajar.
Mi preocupación es ayudar a mi
familia. Mi casa, mis hijos y mis nietos. También reconozco que he pecado de
tonto, pero no importa, lo hice por apoyar.
¿Cobras bien por una presentación?
No. Soy del pueblo y me debo a
ellos.
La gente te recibe bien en
todos lados.
Dios me dio ese don. Ni bien
entro al escenario, digo ‘buenas noches’ y se cag… de risa.
Con solo verte.
Y con huev… que suelto. ‘Hola,
mi querido cebolla tierna’. No es ni m…, pero la forma, el swing con que lo
hago, hace reír.
‘Basura’ es tuya también.
Sí y luego salió la ‘Reina
Pachas’ diciendo lo mismo en ‘Al fondo hay sitio’ y no pegó.
También filmaste un comercial
de anteojos y después trajeron a otro y no te superó.
Yo, al final, decía: ‘No
vayan’. Luego me cambiaron por Erick Elera y no tuvo la misma pegada.
Ese poder es de pocos.
Miguel Barraza, Kike Suero y
yo.
¿Y lo aconsejaste a ‘Kike’?
Doscientas mil veces, no
entiende. En ‘Rústica’ cobraba como 15 mil soles mensuales, pero siempre
llegaba con un grupo de amigos y pagaba todo. Se metían unas borracherazas y le
daban el trago a cuenta. Al momento del sueldo, él debía poner una ‘luca’ más.
¿Pagan bien en shows privados?
Hace años, un empresario
colombiano me contrató. Me dieron los pasajes hasta allá y, cuando llegué, me
trasladaron a una finca donde se celebraba un gran cumpleaños.
¿Y de quién era?
Pablo Escobar celebraba el
cumpleaños a un familiar muy querido. Me hicieron cantar ‘Pegaso’ y acompañado
por el ‘Grupo Niche’. Terminé y me dieron tres mil dólares. Me sacaron de allí,
me mandaron a un hotel y regresé a Lima, al día siguiente, a primera hora.
O sea, eres amigo de los ‘duros’.
Y famosos. Cuando Barack Obama
decidió postular a la presidencia de Estados Unidos, me pidió que lo apoye
tocando en un evento que iba a recaudar fondos para su campaña y fui. Tengo mis
relaciones.
Un chistecito para continuar con la charla.
Un mariconcito va al médico
para examinarse las nalgas y el doctor le sugiere: ‘Tiene que hacerse un
trasplante, están podridas’. Se somete a la cirugía y cuando le dan de alta, el
galeno le aconseja: ‘Ahora cuídela mucho’ y el ‘falladito’ responde: ‘No cuidé
mi popó y voy a cuidar el de otro’.
¿Estuviste con alguien de la farándula?
Jamás. Estás expuesto a
chismes y eso malogra la imagen.
Eres de los pocos artistas que no tienen Twitter,
¿verdad?
Allí solo escriben huev… No
tengo, ni me importa.
¿Qué te falta para retirarte en paz?
Nunca me voy a retirar. Tendré
funciones de homenaje, pero no de despedidas porque siempre seré un cómico.
Venciste a todo, incluso al
racismo.
Todos somos iguales y la prueba
está en que todas las calaveras son blancas.
Pero hay que aceptar que un
zambito de África es distinto a uno de otro continente.
Los de allá son color caoba
tono 40.
Imagino que te molesta que los
relacionen con ‘choros’ y bien dotados.
Es mentira. Soy negro y
‘talla’ normal. Augusto Ferrando, que era un zambo grandazo, la tenía corta.
Sabes, nos preocupa que te vayas y no aparezca
alguien como tú.
Como yo, solo se nace una vez
en la vida. Lionel Messi es genial, pero nunca será como Diego Maradona. Paolo
Guerrero juega muy bien, pero no podrá superar al ‘Cholo’ Sotil.
Lúcete con otro chistecito.
En la última cena, Jesús,
sabiendo que uno de sus apóstoles lo iba a traicionar, llamó a uno: ‘Judas, ¿me
amas?’ A lo que contestó: ‘Señor, el cabro es Juan’.
¿Qué es lo más bonito que te grita la gente?
‘No te mueras nunca’, y les
pienso hacer caso.
¿Un premio que te gustaría recibir?
Una medalla del Congreso.
¿Otro?
Que las radios pongan mi
música. Soy un éxito afuera y en el Perú, no. No lo entiendo.
Llegamos a hablar de la muerte
y nos vamos llenos de vida.
Ustedes siempre están conmigo,
el pueblo los eligió como a mí y eso no tiene precio. Cuando te metes a su
corazón, ya nadie te saca de allí.
Antes de partir y después del
apretón de manos, recordé dos frases de dos genios. La de Mario Vargas Llosa:
‘La muerte me encontrará escribiendo’ y la de Jorge Luis Borges: ‘El peor
pecado del hombre es no haber sido feliz’. Don Pablo Villanueva hará reír a la
parca y, en la tierra, es feliz haciendo feliz a todos. (ACTUALIDAD CAÑETANA)
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