La situación no fue ajena en
el penal de Carquín donde un gran número de trabajadores protestaron en los
exteriores del reclusorio con carteles en mano y la quema de llantas, haciendo
sentir su malestar.
Jorge Domínguez La Cruz,
secretario general del sindicato base-Huacho, refiere que hay un incumplimiento
del acta de acuerdo de partes del 24 de julio de este año, entre el presidente
de INPE y el sindicato nacional.
La cual consideraba el incremento
de remuneraciones en el presupuesto institucional para el año 2013, la
incorporación hasta un 40% de los trabajadores a la carrera pública penitenciaria
29709 y una asignación extraordinaria por trabajo asistencial para
profesionales de salud.
“Las condiciones en que
venimos laborando en los penales del país son infrahumanas, no tenemos las condiciones
para desempeñar un trabajo como debe ser, hay muchos compañeros con enfermedades
infectocontagiosas por el hacinamiento que hay en el penal” afirmó.
Un hacinamiento que podría
encontrar explicación en la proporción de un trabajador para 350 internos,
hecho por el que demandan una mayor contratación de personal para un mayor
abasto.
“En el día el servicio es
normal, en la noche tenemos que repartir en tres turnos, y ahí viene el riesgo
de seguridad donde los internos pueden tomarnos de rehén o alguna acción de
parte de ellos” destacó, Andrés Pianto, dirigente sindical.
Aunque los servicios básicos
al interior de las cárceles están garantizados, los trabajadores en huelga
anunciaron que quedarán suspendidas las visitas a los reos entre tanto dure la
medida de lucha.
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